CASTILLO GALA-DALÍ PÚBOL

El Castillo Gala-Dalí de Púbol, abierto al público desde 1996, descubre un edificio medieval donde Salvador Dalí materializó una gran creatividad pensando en una persona: Gala, y en una función, un lugar adecuado para el descanso y el refugio de su esposa. El paso del tiempo determinó la transformación de este espacio, entre 1982 y 1984, en el último taller de Salvador Dalí y en el mausoleo para su musa.

Cuando Dalí compró el Castillo, en 1969, estaba muy deteriorado, con techos caídos, grietas importantes y el jardín en estado semisalvaje. Todo ello otorgaba al conjunto un aspecto romántico que es lo que los Dalí y que intentaron mantener en la restauración que encomendaron. Se consolidó el aspecto ruinoso exterior, sin ocultar las cicatrices provocadas por el paso del tiempo.

Salvador Dalí utilizó de manera muy inteligente las paredes y los techos semiderruidos, creando espacios insospechados y de dimensiones muy contrastadas; concibió la decoración interior basándose en representaciones pictóricas en los muros, falsas arquitecturas, barroquismo textil, antigüedades, simbología de carácter romántico … El resultado es un lugar cerrado, misterioso, privado, austero y sobrio, con espacios de gran belleza como la antigua cocina convertida en cuarto de baño o el Salón del Piano.

El castillo de Púbol es una continuación de Portlligat, con personalidad propia. Es el regalo de Dalí a Gala, a quien adora y a la que no puede acceder sin permiso escrito de ella. En este sentido es ilustrativo el texto manuscrito por Dalí, «Le château de Gala, la Gala du château» (sic), en el libro de Jean-Charles Pichon, L’homme et les dieux.

Castell Gala-Dalí